Con la presencia del Presidente de la República, Gabriel Boric, se inició este jueves la II Cumbre Parlamentaria Mundial contra el Hambre y la Malnutrición.
La cita, desarrollada en el Congreso Nacional, en Valparaíso, contó también con la presencia de los presidentes de la Cámara de Diputadas y Diputados y del Senado; Vlado Mirosevic y Juan Antonio Coloma, respectivamente.
En la ocasión el primer mandatario destacó el rol de América Latina como potencia agroalimentaria. Sin embargo, llamó a hacerse cargo de contrasentidos, cómo el hambre que sufren millones de personas en el continente.
El encuentro, que se prolongará hasta este viernes, es organizado por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura, FAO. Participan de este, más de 150 legisladores de los cinco continentes.
Al respecto, vía telemática, el Director General de FAO, QU Dongyu, destacó el papel de los parlamentarios, enfatizando la importante terea que tienen en la transformación de los sistemas agroalimentarios mundiales. Recordó que su trabajo es clave para hacer de estos sistemas, mecanismos más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles.
Por su parte, el diputado y presidente de la Cámara, Vlado Mirosevic (PL), valoró la interacción entre los legisladores y las alianzas que se forman. Relevó el rol de América Latina, en el impulso de normas que hagan frente al hambre y la pobreza.
Lo propio expresó la diputada Carolina Marzán (PPD), presidenta del grupo parlamentario chileno contra el hambre y la malnutrición. La legisladora destacó el liderazgo que adopta Chile a nivel mundial al encabezar esta cita, en la cual también se ponen sobre la mesa, temas como la igualdad de género.
Objetivo de la cumbre contra el hambre
La idea es suscribir un compromiso político amplio, a través de un pacto parlamentario global. Lo anterior con el objeto de avanzar en normativas y legislaciones que den pie a sistemas agroalimentarios más eficientes. Todo lo anterior con el fin de alcanzar la meta “hambre cero”
En ese plano, la instancia tiene como objetivo contribuir a redoblar los esfuerzos para acabar con el hambre y la malnutrición en todas sus formas para 2030. Se busca con ello enfrentar, además, todos los efectos que la pandemia y las distintas crisis mundiales, generan en la alimentación de la población.