La Cuenta Pública Presidencial es un acto republicano, cuya finalidad es, en lo fundamental, comunicar a las y los ciudadanos cuál es el estado administrativo y político de la nación.
El artículo 24 de la Constitución Política de Chile establece que el Gobierno y la administración del Estado recaen en el Presidente de la República. Además, en esta norma se define el alcance de la autoridad del Primer Mandatario.
Paralelamente, esta disposición constitucional entrega al jefe de Estado una obligación estrechamente vinculada al Congreso Nacional: la referida cuenta pública presidencial.
A través de ella, el Presidente entrega al país una visión sobre lo obrado por el Gobierno en el periodo. Además, adelanta políticas, proyectos de ley y agendas que se impulsarán durante el restante tiempo de su mandato presidencial.
Tradición inglesa
La práctica está inspirada en la tradición inglesa y se instauró en Chile durante el período conocido como República Conservadora, al entrar en vigencia la Constitución Política de 1833.
Durante el siglo XIX e inicios del XX, la cuenta se realizaba el 1 de junio, fecha que marcaba el comienzo del período de Legislatura Ordinaria del Congreso Nacional, que se extendía hasta el 1 de septiembre.
En aquella época, a la costumbre de rendir la cuenta presidencial se unió la práctica del Congreso de contestar el discurso, que se mantuvo hasta 1842.
Discurso Presidencial el 21 de mayo
La Carta Fundamental de 1925 incorporó la tradición de la cuenta anual. En su artículo 56, fijó la apertura de la legislatura ordinaria el día 21 de mayo y su cierre, el día 18 de septiembre, en conmemoración a dos sucesos históricos: el Combate Naval de Iquique (21 de mayo de 1879) y la Primera Junta Nacional de Gobierno (18 de septiembre de 1810).
De ese modo, el Presidente Emiliano Figueroa se transformó en el primer Jefe de Estado que dio su cuenta pública un 21 de mayo, en 1926.
Salvo excepciones, como las del Presidente Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931), quien enviaba sus discursos para que los leyera el secretario del Senado; y del Presidente Jorge Alessandri, quien suspendió la Cuenta de 1960 porque coincidió con el terremoto en Concepción, la tradición del mensaje Presidencial cada 21 de mayo se mantuvo intacta hasta 1973.
La Constitución de 1980, en su texto original, no vinculaba la apertura de la legislatura ordinaria con la cuenta que debía rendir el Presidente de la República, ni señalaba la oportunidad en que ella debía presentarse.
Por ello, la tradicional cuenta del 21 de mayo se retomó nuevamente en democracia con el Presidente Patricio Aylwin. Tras la reforma constitucional de 2005, se fijó constitucionalmente el día 21 de mayo para entregar el balance administrativo y político y se eliminó, además, la distinción entre legislatura ordinaria y extraordinaria.
Cuenta retorna al 1 de junio
Desde 2017, como consecuencia de una reforma constitucional al artículo 24 de la Carta Fundamental, durante el segundo período presidencial de Michelle Bachelet, la cuenta pública retornó a su fecha histórica antes de 1925: el 1 de junio de cada año.
Entre las motivaciones para este cambio estuvo el separar el día de las Glorias Navales y la Cuenta Pública, considerando su distinta significación. Por otra parte, pesó las recurrentes movilizaciones sociales que afectaban al puerto de Valparaíso durante la celebración naval.
De tal análisis terminó por surgir la reforma constitucional vigente hasta nuestros días, la que tuvo su origen en mociones de diputadas/os.
Más allá de las diversas modificaciones, la Cuenta Pública Presidencial (en esta ocasión la número 191), seguirá siendo la ceremonia anual más importante y trascendente del país en términos políticos. Su objetivo; que las y los chilenos conozcan los avances y los desafíos que se busca implementar en democracia.
El evento será transmitido a través de CDTV y Radio Cámara. Asimismo, habrá informaciones sobre este acto en el sitio web y las redes sociales de la institución (Twitter, YouTube, Instagram y Facebook).