Por 100 votos a favor y 49 abstenciones, la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó la resolución 1100, promovida por los diputados socialistas Luis Rocafull y Juan Santana, cuyo objetivo es modificar el sistema de evaluaciones escolares debido a los efectos de la suspensión de clases presenciales por la crisis sanitaria.
El documento señala que, en el escenario actual, el foco educacional de las familias debe estar en el bienestar emocional y físico de las y los alumnos. Esto, considerando que, incluso antes de la pandemia, en Chile, los niños y niñas menores de 6 años lideraban el ranking de problemas de salud mental, mientras que las y los estudiantes de 6 a 18 años tenían casi el doble de enfermedades mentales comparadas con cifras internacionales.
Agrega que, a aquello, se deben sumar las dificultades de acceso a la educación digital que enfrenta un gran número de familias debido a las brechas socioeconómicas de nuestro país, que dificulta el acceso a internet y a instrumentos como computadores o tablets.
Por eso, a juicio de los legisladores, resulta prudente que, durante el año escolar 2020, los establecimientos educacionales opten por las evaluaciones formativas de los aprendizajes, fomentando las evaluaciones cualitativas y los mecanismos de autoevaluación.
La iniciativa destaca que ya se encuentran en tramitación proyectos de ley, como el boletín 11.992, que busca complementar el sistema de evaluación del nivel de educación básica, especialmente de primero a cuarto básico, propendiendo a la utilización de medios cualitativos y argumentando que existe una tendencia internacional en orden a prescindir de las calificaciones numéricas.
Además, se destaca el decreto 67, de 2018, que aprueba normas mínimas nacionales sobre evaluación, calificación y promoción, que dispone que el proceso de evaluación podrá usarse formativa o sumativamente.