Sala de la Cámara conmemoró 20 años de la Ley de Filiación

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20 años atrás ambas visibilizaban una realidad silenciada. La entonces periodista Pamela Jiles entrevistaba a la actriz Carolina Marzán sobre lo que significaba para ella y su hijo el cambio en el Código Civil que terminaba con la definición de hijos naturales e ilegítimos, la entonces nueva Ley de Filiación.

Dos décadas después, en la Cámara de Diputados se volvieron a encontrar como legisladoras y, en esta particular ocasión, para conmemorar en un homenaje en la Corporación este importante cambio social y cultural en nuestro país.

“Es importante que uno abra el corazón, que uno abra sus vivencias, porque finalmente nosotros legislamos para todos, no desde nuestras vivencias, pero sí que ayuda a humanizar, a entender que las leyes si bien son frías tienen un caudal de emoción que es tan fuerte porque van en beneficio de la comunidad, van en beneficio de la familia, cualquiera sea su composición”, planteó la diputada Marzán, quien fue la encargada de abrir el homenaje en el hemiciclo.

En la ceremonia, celebrada durante la sesión ordinaria de la Cámara en el día de ayer (miércoles 18 de octubre), también intervinieron en representación de sus bancadas los diputados  Andrés Longton (RN), Tomás Hirsch (PH), Luciano Cruz-Coke (Evópoli), Raúl Soto (DC) y Pepe Auth (IND). En sus palabras, los legisladores destacaron la importancia del cambio cultural que generó esta nueva ley, trayendo justicia social y equilibrando la situación de los hijos, fueran estos nacidos dentro de un matrimonio o fuera.

El homenaje fue asistido desde las tribunas por dos mujeres que desde el Parlamento tomaron la bandera en aquella época de terminar con esta discriminación: la exdiputada María Antonieta Saa y la actual senadora Adriana Muñoz, quienes al término de la ceremonia relevaron el paso dado.

“Fue una cosa muy linda, muy buena, muy justa. Me contaron del Registro Civil que una vez aprobada la Ley fueron más de tres millones de personas a buscar su certificado de nacimiento, porque el certificado de nacimiento, antes de la Ley, tenía un timbre rojo que lo cruzaba y decía hijo ilegítimo, hijo natural”, recordó María Antonieta Saa.

“Fuimos en esos años un grupo de hombres y mujeres, más mujeres por cierto, que asumimos esta tarea de poner las banderas a la vanguardia en este Parlamento en una discusión que parecía vedada y que era romper normas, leyes consagradas de la época de Andrés Bello y que hacía infelices a muchos hombres y mujeres”, remarcó Adriana Muñoz.

El 22 de julio de 1993 fue presentado por el gobierno el proyecto que terminaba con esta diferenciación entre quienes nacían dentro y fuera del matrimonio, pero sólo cinco años después fue despachado del Congreso Nacional, siendo publicado en el Diario Oficial el 26 de octubre de 1998.