La Comisión de Educación continuó con el debate del proyecto (boletín 17169) que crea un nuevo instrumento de financiamiento público para estudios de nivel superior. Además, avanza en un plan de reorganización y condonación de deudas educativas.
La iniciativa propone la creación de un nuevo sistema, con el objetivo de que quienes no califiquen a la gratuidad puedan igualmente acceder a la educación superior sin costo alguno durante la duración de sus carreras. Junto a ello, establece que no existirán requisitos socioeconómicos ni académicos para acceder al beneficio.
El instrumento de financiamiento cubrirá en un 100% la duración nominal de la carrera, considerando los valores regulados de arancel y derechos básicos de matrícula.
De este modo, el Ejecutivo plantea que esta iniciativa responde a la necesidad de contar con un instrumento de financiamiento público de educación más eficiente, responsable y justo, que avance en garantizar el derecho social a la educación superior y mejore la recuperación de los recursos públicos invertidos en el nivel.
Además, plantea dotar de mecanismos de reorganización y condonación de deudas al actual sistema de créditos educativos con participación del Estado de manera de aliviar la situación de las y los deudores. Especialmente, de los más apremiados e incentivar el pago, entregando condiciones acordes a la realidad de cada persona deudora y reconociendo a quienes con esfuerzo se han mantenido al día en su régimen de pago.
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En la sesión expuso el exministro de Educación y actual director del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, Raúl Figueroa. Este criticó que el proyecto establece que los profesionales no podrán prepagar sus deudas educacionales. Por lo tanto, deberán endeudarse por la totalidad de la carrera y no de forma parcial.
Además, que elimina las becas para los estudiantes que pertenezcan al rango del séptimo decil. “Los alumnos que están en este rango perderán sus becas y solo podrán estudiar con crédito”, manifestó.
El exministro cuestionó, asimismo, que “la fijación de aranceles tiene un impacto en calidad, autonomía y limita efectivamente la posibilidad de elegir de los jóvenes”, remarcó.
Por ello, planteó que se debe corregir el actual sistema de créditos apuntando, efectivamente, a mejorar la cobranza y fijar las prioridades de una manera distinta. “Así, por ejemplo, el exceso de recursos que se están destinando a la educación superior destinarlos a la educación parvularia que es un sector deficiente en asignación de recursos”.
Por el contrario, el exjefe de la División de Educación Superior y actual decano de Ingeniería de la Universidad de Chile, Francisco Martínez, valoró el efecto solidario asociado al proyecto en el aspecto interdisciplinario.
“Se elimina el concepto de deuda por educación”, afirmó, y dijo que la propuesta le parece razonable y en línea con los aranceles regulados del sistema de gratuidad, actualmente en proceso de implementación.
A su vez, que es consistente con la experiencia internacional, donde hay financiamiento estatal en educación.