La comisión encargada de recabar antecedentes sobre las 89 cajas con osamentas depositadas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, así como de 300 osamentas que, según el Servicio Médico Legal (SML), pudiesen corresponder a detenidos desaparecidos, recibió a la rectora de esta casa de estudios, Rosa Devés.
La académica identificó tres momentos sobre el hecho que se investiga. Primero, la recepción de los restos óseos por parte del departamento de medicina legal de la universidad bajo el encargo de custodia del juez, Juan Guzmán, el año 2001.
El segundo apuntó a la custodia, durante la cual se produjeron entregas parciales a requerimiento de los distintos ministros en visita que se hicieron cargo de las respectivas causas judiciales.
Y, tercero, la entrega de las osamentas al Servicio Medico Legal a través de la correspondiente entrega de custodia en 2019.
Luego, la rectora entregó detalles específicos de cada una de estas etapas de identificación, recalcando que “el único rol de la universidad fue custodiar y resguardar”.
Antecedentes
La rectora de la casa de estudios expresó que, durante los años en que los posibles restos de víctimas de graves violaciones de los derechos humanos estuvieron bajo custodia del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Chile, la tarea de la casa de estudios “fue la de colaborar con la acción de los y las ministras a cargo de las investigaciones”.
Esta colaboración se desarrolló “a través del intercambio de información y entrega parcial de osamentas a requerimiento de los responsables de las investigaciones”.
Asimismo, señaló que “la universidad asumió el compromiso de custodiar y proteger las osamentas depositadas en sus dependencias en un momento histórico que no podemos olvidar”.
Entre otros datos, explicó que, a finales de los años 90, existía una gran desconfianza sobre el trabajo que se hacía en el SML, a raíz de lo que había ocurrido en el patio 29 y los errores de identificación.
Comentó que es en ese contexto que el ministro Juan Guzmán Tapia solicitó que los restos se trasladaran a la universidad. Se entregaron al director del Departamento de Medicina Legal, el doctor Luis Ciocca, que era una figura de respeto, debido a que estuvo a cargo de las pericias que condujeron al reconocimiento del cuerpo de la profesora Marta Ugarte, expresó Rosa Devés.
El único rol de la universidad fue custodiar y resguardar, reiteró la académica. Así, descartó que se hicieran peritajes por parte de la casa de estudios, ya que, si lo hubiesen hecho, habría sido ilegal, según enfatizó.