Consejo Fiscal Autónomo presentó hoy su informe ante la Comisión Mixta de Presupuestos

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Cumpliendo con la normativa y formalidades vigentes, el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) presentó hoy su segundo informe del año ante la Comisión Mixta de Presupuestos.

En la oportunidad, el CFA alertó que las finanzas públicas enfrentan una situación compleja, en donde se observa una “tendencia al deterioro fiscal (…), con desvíos de las metas de Balance Estructural, déficit fiscales crecientes y un aumento sostenido de la deuda pública”. Asimismo, se remarca que, para diferentes escenarios, se proyecta que “el nivel de deuda bruta crecerá de forma significativa”.

Informó que, conforme a datos de la Dirección de Presupuestos (Dipres), tanto en 2020 como en 2021, se verificarán desviaciones de las metas de Balance Estructural.

“Si bien, estas desviaciones se justifican por la crisis que enfrenta el país, se hace imperioso establecer una senda de consolidación fiscal una vez concluida la crisis y mitigado su impacto sobre la economía”, se plantea, llamando a que las medidas implementadas en materia económica sean, efectivamente, transitorias.

El CFA también advierte que el deterioro de las cuentas fiscales ha venido siendo internalizado por las clasificadoras de riesgo que, en los últimos años, han bajado la nota crediticia de nuestro país, así como su perspectiva futura.

En tal perspectiva, se indica que, en caso de no iniciarse una pronta senda de convergencia, “las estimaciones tanto de la Dipres como del CFA muestran que la deuda pública podría llegar, en plazos muy acotados, a niveles que afectarían negativamente el crecimiento y comprometerían el desarrollo futuro del país”.

En dicho contexto, se estima fundamental reforzar la institucionalidad fiscal para asegurar la sostenibilidad de la deuda. “Así, el CFA ha sugerido complementar la regla de Balance Estructural con metas de convergencia de la deuda neta, a un nivel prudente y sostenible para un país emergente como Chile”, se especifica en la presentación.

En la misma dirección, se sugiere definir cláusulas de escape claras y bien definidas de los eventos que gatillan la operación de la regla fiscal, así como reglas de convergencia posterior que establezcan la ruta de ajuste después de una desviación.

Sostenibilidad fiscal

Modelo base

El documento detalla el deterioro de la situación fiscal y una amplia descripción sobre la evolución que Chile podría desarrollar en materia de sostenibilidad, donde el análisis de la deuda bruta y su trayectoria son basales para la construcción de los modelos que el país podrá seguir hacia el futuro.

En ese plano, el CFA define propuestas de modelos construidos para un horizonte de 50 años, donde la base se plantea hacia una senda de convergencia del Balance Estructural en que la deuda bruta no supere el 45% del PIB, cifra que fue planteada como techo para el mediano plazo en el Marco de Entendimiento suscrito el 14 de junio pasado.

Para lo anterior, se supone asumir déficits estructurales de 2% del PIB, en 2022; de 1% del PIB, en 2023; y de 0,5% del PIB, desde 2024 en adelante. Para 2021, a su vez, se asume un déficit estructural de 4,1% del PIB, que es la cifra proyectada por la Dipres tras el Marco de Entendimiento del 14 de junio.

El texto detalla que este ejercicio lleva a una reversión significativa del impulso fiscal a partir de 2022, con caídas para el gasto primario de 6,1% en 2022 y de 0,6% en 2023, para luego estabilizar su crecimiento en torno a 1,5% promedio en los cinco años siguientes (todas cifras reales).

En tanto, el déficit estructural para 2021, planteado por la Dipres, sugiere en base al modelo una caída del gasto primario de 1,7% (real) para dicho año, aunque, como porcentaje del PIB, el gasto total continuaría ubicándose por sobre el promedio de los últimos 5 años (23,6% del PIB), llegando a 26,5%.

“La reversión del impulso fiscal asumida a partir de 2022 es consistente con el término de las medidas transitorias para enfrentar la pandemia derivada del Covid-19. De este modo, el escenario base contempla que la deuda bruta avance desde 38,1% en 2020 a un nivel en torno a 45% del PIB en 2025, para luego estabilizarse levemente por debajo dicho umbral”, se precisa.

Por último, entre otros datos, el informe del CFA expone dos escenarios alternativos al escenario base recién indicado:

  1. Se asume que, a partir de 2022, el gasto primario crece en términos reales al ritmo promedio de los últimos diez años, esto es, al 4,7%. Ello constituiría una desviación en el proceso de convergencia.
  2. Se asume que se produce un incremento en el spread soberano (riesgo país) de 100 puntos base en el mediano y largo plazo, lo que equivaldría a perder el grado de inversión, con un aumento a partir del año 2020, lo cual afecta al alza las tasas de interés de la deuda y negativamente el crecimiento económico. En tanto, para el gasto primario se asume que se mantiene la tasa de crecimiento del escenario base.