En el marco del análisis del proyecto que regula la presencia de antibióticos en carnes destinadas al consumo humano ( boletín 12353), la Comisión de Ciencias y Tecnología recibió a la directora del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), Alicia Gallardo, quien entregó antecedentes técnicos sobre el tema y los estudios nacionales e internacionales.
La autoridad subrayó que el uso de antibióticos se encuentra regulado desde hace mucho tiempo por la Organización Mundial de la Salud y el Código Alimentario que normó cual era el límite máximo de residuos de antibióticos y que es un requisito de inocuidad de cualquier alimento, precisó. Este se realiza calculando la ingesta diaria que tiene cada país, de acuerdo a un análisis científico, que determina hasta cuánto se tolera de antibiótico en un determinado producto en cada país.
Aclaró que los límites son diferentes en cada país ya que cada uno establece un límite máximo residual de acuerdo a características tales como nivel de consumo o riesgo, por ejemplo.
Explicó que, a raíz de la reunión de distintas organizaciones internacionales, se comenzó a hablar sobre el enfoque ecosistémico, es decir, “que lo que ocurre en los animales tiene impacto en el hombre y lo que ocurre en el hombre tiene impacto en el medio ambiente”.
“En ese minuto surge una preocupación mundial que es la prevención de la resistencia antimicrobiana que no es lo mismo que el límite máximo residual, que es la cantidad permitida, que está estudiada y que hay técnicas estandarizadas”.
Alicia Gallardo puntualizó que se trata de un tema multifactorial en el que la autoridad debe estar muy presente tomando los análisis de riesgo necesarios. Agregó que han sido muy estrictos en el tema de los antimicrobianos y en eso se ha avanzado mucho en los últimos años.
“Además, tenemos que ser muy estrictos en hacer los testeos en el producto para asegurarnos que cumplan con los límites máximos residuales. Pero nuestra idea es que tenemos que trabajar más en el agua, en prevenir el antibiótico mas que detectar al final de la cadena alimentaria”.
La directora de Sernapesca subrayó que el mundo tiene que tender a disminuir el uso de antibióticos en forma racional y responsable. Destacó que en los salmones, por ejemplo, solo se pueden usar antibióticos cuando hay un pez enfermo o un rebaño enfermo.
En este sentido, llamó a no asustar a la población porque el que tenga 200 y el que tenga 150 no quiere decir que necesariamente va a producir resistencia antimicrobiana. Y es algo en lo que hay que enfocarse claramente, recalcó.