Por 92 votos a favor 44 en contra y 11 abstenciones, la Sala de la Cámara despachó el proyecto de acuerdo (boletín 13.199) que aprueba el Sexagésimo Cuarto Protocolo Adicional al Acuerdo de Complementación Económica N°35, celebrado entre los Gobiernos de los Estados Partes del Mercosur y Chile, que contiene el Acuerdo de Libre Comercio entre nuestro país y Brasil.
La iniciativa, que fue presentada por el ministro de Relaciones Exteriores, Teodoro Rivera, señala que las relaciones económicas y comerciales entre ambos países, actualmente, están enfocadas, en particular, al comercio de bienes, donde existe una liberalización de aranceles (exceptuando aquellos productos a los cuales se aplica el sistema de banda de precios), por lo cual resultaría fundamental adecuar los estándares actuales mediante la incorporación de nuevas disciplinas, propias de la agenda comercial del siglo XXI.
El acuerdo contempla disciplinas en materia de telecomunicaciones, comercio electrónico, comercio transfronterizo de servicios, medio ambiente, asuntos laborales, género, mipymes, cooperación económica comercial, entre otras.
Además, este convenio internacional innova al establecer, por primera vez en un acuerdo de libre comercio, un capítulo de cadenas regionales y globales de valor, todo lo cual constituye un marco regulatorio moderno, que cumple con las expectativas y estándares internacionales actuales.
Señala, asimismo, que con estas adecuaciones, el acuerdo entre ambos países adquiere nuevas e importantes herramientas para hacer crecer las exportaciones de bienes y servicios, así como también para incentivar las inversiones y todas las áreas de comercio.
En la sesión se leyó el informe favorable a la aprobación de la iniciativa de la Comisión de Relaciones Exteriores, junto al de su par de Agricultura, que planteó la recomendación contraria, al rechazar la aprobación del acuerdo por seis votos a favor, cinco en contra y una abstención.
La preocupación de quienes no respaldaron la propuesta tuvo que ver con el poco tiempo disponible para analizar en profundidad los alcances de los acuerdos, sobre todo, en lo que afectaría a la importación y exportación de productos agropecuarios.
También fueron planteadas inquietudes desde una mirada medioambiental, haciendo un llamado a no hacerse parte del daño que está provocando Brasil por la destrucción de la Amazonia y desplazamiento forzoso de comunidades indígenas.
