Tras estimar insuficiente el acuerdo alcanzado por los senadores durante el primer trámite constitucional de la normativa, la Sala de la Cámara de Diputados aprobó por 117 votos a favor y uno en contra y despachó con cambios a un nuevo trámite legislativo, el proyecto que complementa la Ley Sobre Trasplante y Donación de Órganos, iniciativa derivada de tres textos refundidos (boletines 11.849, 11.872 y 11.893).
En lo principal, la norma que busca preservar la voluntad del donante fallecido, y cuyo informe fue rendido ante el hemiciclo por el diputado Juan Luis Castro (PS), establece que la familia no podrá cambiar la voluntad manifestada en vida por el donante, lo que permitirá incrementar significativamente la donación en Chile.
Sin embargo, hubo algunos aspectos que recibieron modificaciones en su articulado, destacando entre ellos el tiempo que se le entrega a las personas que figuran como no donantes para ratificar su decisión, lapso que tras la última votación este se redujo de dos a un año.
Para ello, el procedimiento será el siguiente: el ministerio de Salud a través del registro civil enviará una carta certificada a este grupo, que bordea las 4 millones de personas, en la cual se les indicará que tienen un plazo de 12 meses para acercarse a las oficinas de la repartición a ratificar su deseo de no ser donantes.
Transcurrido dicho plazo, sin haber manifestado voluntad, se entenderán que son donantes universales de órganos para todos los efectos legales.
El otro aspecto destacado que sufrió modificaciones es que el conviviente de hecho tenga la potestad, ante la duda de si la persona que fallece pueda estar en los registros de donantes, de poder opinar y no quedar al margen de la decisión final que puedan tomar los hijos, padres o hermanos del difunto.
El proyecto fue derivado nuevamente al Senado para cumplir allí con su tercer trámite constitucional.